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S e daba por hecho... y ahora parece que la unión entre Red Bull y Porsche para formar un equipo conjunto de Fórmula 1 a partir de 2026 está totalmente rota. Así lo dejan entrever las clarísimas manifestaciones de las dos cabezas visibles de la escudería de la bebida energética en el pasado Gran Premio de Holanda, más rotundas de lo que es habitual en unas negociaciones de naturaleza ultra confidencial.
"Porsche no se convertirá en accionista de Red Bull", llegó a asegurar Helmut Marko (asesor del equipo austriaco) en Zandvoort haciendo valer su posición de fuerza (se barajaba que Porsche compraría el 50% de Red Bull). Un mensaje que después refrendaría Christian Horner, poniendo incluso las condiciones de Red Bull para concretar el acuerdo, "Tendría que ser en la forma en la que nosotros vemos las carreras. Somos un equipo independiente. Así es como siempre hemos trabajado y es un requisito obligatorio para el futuro", aseguró en Sky.
El acuerdo entre las dos compañías estaba tan avanzado que incluso había 'agendado' un primer escenario para la publicación definitiva del acuerdo: el Gran Premio de Austria, en casa de Red Bull. Entonces se argumentó que faltaban por perfilar detalles importantes del reglamento de motores que hacían ir con pies de plomo a Porsche.
Poco después, a finales de junio se produjo un movimiento importante en la cúpula de Volkswagen AG que obligó a ralentizar las conversaciones. La salida de Herbert Diess como CEO del Grupo Volkswagen y su sustitución por Oliver Blume, CEO de Porsche. Aunque este movimiento de piezas no debía suponer ningún obstáculo ya que Blume había sido quien había pilotado el advenimiento de Porsche en Fórmula 1, de modo que su 'ascenso' a mandamás de todo el grupo incluso sería un acicate para el proyecto.
Ahora, con las manifestaciones de Marko y Horner todo parece apuntar a una ruptura o, al menos, a un movimiento de fuerza de Red Bull para mantener su estatus en ese proyecto común junto a todo un gigante de la automoción como Volkswagen AG. El equipo austriaco tiene diseñado su propia hoja de ruta para 2026, con una unidad de potencia desarrollada por ellos mismos con la colaboración de Honda que, de hecho, ya ha comenzado las pruebas en el banco, como el propio Horner se encargó de resaltar.
Así pues, las condiciones de Red Bull podrían hacer desistir a Porsche de entrar como fabricante y limitarse a motorizar a los actuales campeones del mundo, algo que sí encajaría con los deseos de Red Bull que, de hecho, ha funcionado así desde sus inicios en la competición.
Además, Red Bull está en posición de fuerza no sólo por su situación actual, con Verstappen muy cerca de reeditar el título, sino también porque Porsche está en pleno proceso de salida a bolsa y la Fórmula 1 como carta de presentación sería una gran jugada para la empresa alemana.
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