DIARIO VERSIÓN FINAL - El Diario Plural del Zulia

Desde pequeños nos enseñan que los árboles producen oxígeno y purifican el aire que respiramos pero, todavía en el presente, la lucha por preservar el medioambiente está más latente que nunca. Un programa de plantación masiva en la capital zuliana es una prueba de ello.

“Una arboleda para Maracaibo”, un plan de protección ambiental que nació a finales de febrero de este año, busca demostrar que la vida urbana puede perfectamente convivir con la biodiversidad de la naturaleza y aportar múltiples beneficios como la reducción de la temperatura y la formación de una ciudad más agradable.

Bajo el lema “Maracaibo, una ciudad más verde y más amable”, la fundadora del proyecto, la médico pediatra María Rossell, está haciendo realidad su sueño “y el de todos los marabinos”. En conversación con Versión Final, definió a los árboles como los “pulmones urbanos” y aseguró que la urbe se encuentra actualmente en una situación crítica por la deforestación.

La idea, comentó, nació tras la visita de un amigo suyo que llegó a su casa caminando “a pleno sol” pero, en un tramo del sector Cecilio Acosta, sintió el cambio de clima por unos árboles que están plantados allí.

“Allí nació esa chispita y empecé a revisar qué tenían que ver los árboles con la salud y con el clima”, recordó. Inmediatamente, el sueño de “Una arboleda para Maracaibo” empezó a tomar forma cuando Rossell contactó a varios profesores de La Universidad del Zulia (LUZ), donde también imparte clases de medicina, y otros expertos en la materia.

Se sumaron más personas y en este momento ya está conformada como una sociedad civil, cuyo objetivo central es reducir la temperatura de la ciudad.

“La arboleda, es decir, los árboles altos de entre 3 a 5 metros, son los que permiten que el clima baje. Permite, no solo la fotosíntesis que produce oxígeno, sino que es capaz de bajar hasta 4 grados la temperatura de una ciudad calurosa como Maracaibo”, explicó Rossell.

Pero no solo eso. La creadora del beneficioso plan es fiel creyente de que lograr arborizar por completo la metrópoli también traería mejoras en la salud de sus habitantes y un estado de ánimo menos volátil.

“A medida que haya menos calor y la ciudad se vuelva más verde, en esa misma medida la gente va a cambiar su actitud. Querrá caminar, hacer ejercicios al aire libre. (…) El sedentarismo, el estrés que produce vivir en una ciudad inhóspita como Maracaibo, causa enfermedades cardíacas y obesidad”, aseguró.

El pasado fin de semana, la Alcaldía inició el plan "Maracaibo Verde" tras la recuperación de la Plaza de las Madres y el cementerio Sagrado Corazón de Jesús donde ya se plantaron 100 Búcaros y 15 mil Limoncillos.

La iniciativa se plantea como un proyecto sostenible, que además de parques y plazas de la ciudad, busca llegar a otros espacios abiertos, con una perspectiva de “corresponsabilidad” para comunidades, así como en sectores comerciales que quieran continuar sumándose.

Alcaldía inicia plan “Maracaibo Verde” para recuperar la arborización de la ciudad

Entre las especies más comunes están el Cují, un árbol nativo de la ciudad, el Curarire, el San Francisco, el Flamboyán y la planta de Moringa, por mencionar algunos.

Una de las premisas de “Una arboleda para Maracaibo” es educar a la población acerca de todo lo que conlleva la plantación de un árbol. Antes de empezar a dar vida a una planta es necesario seleccionar qué especie se va a sembrar, pues, indicó Rossell, en territorio marabino existen cuatro microclimas distintos.

La Vereda del Lago, por ejemplo, tiene un microclima distinto, que es el mangle, los overos, las palmeras de coco autóctonos, entre otros.

“Hemos estudiado bien qué tipo de vegetación tiene Maracaibo y podemos decir que existen cuatro microclimas donde crecen distintos tipos de árboles en cada uno. Esto significa que se deben sembrar semillas que puedan florecer, trasplantar y proliferar en el espacio adecuado, bien sea árido, semiárido, de manglar, etc.”, precisó.

De igual forma, es imperativo saber cómo podarlos para que crezcan adecuadamente. Para ello, dijo la especialista, la asociación ha asesorado al personal del Instituto Municipal del Ambiente (IMA) y del Servicio Desconcentrado de Plazas y Parques (Sedepar), ambos organismos de la Alcaldía, sobre cómo realizar este proceso de corte.

“Es necesario que se eduque, no solo a la población, sino también a los entes locales”, refirió, e hizo alusión a la “mutilación de árboles” que ha hecho Corpoelec. “Entendemos que los cables de electricidad de Maracaibo son aéreos pero hay una manera de podar las plantas”.

Como una manera de crear conciencia, el equipo con el que trabaja está realizando unas guías para impartirlas en las escuelas, a la sociedad y a trabajadores gubernamentales.

“La gran deforestación es más por falta de educación y la mala poda. A las personas no les gustan las hojitas porque dicen que ensucian y realmente ellas son el abono de la misma planta. Mantener el ecosistema es muy importante para la vida misma de todo ser vivo”, manifestó.

La profesora instó a los marabinos a sumarse a esta iniciativa beneficiosa para todos. La asociación, añadió, está abierta a donaciones de implementos como mangueras, abono orgánico y bolsas plásticas para sembrar las semillas.

Las simientes se pueden encontrar en cualquier lugar donde haya árboles. Para donarlas, debe estar identificada y señalar qué tipo de árbol es.

“Estas se consiguen donde tengas un árbol. Todas las semillas que boten y se puedan recoger son bien recibidas”, aclaró.

Cualquier persona que desee colaborar puede comunicarse al número telefónico +58 424 6436868 o por un mensaje directo a la cuenta de Instagram @arboledamcbo2222.

Una publicación compartida de Asociación Civil una Arboleda para Maracaibo 🌿🌱 (@arboledamcbo2222)

También requieren voluntarios para el Jardín Botánico “que nos ayuden a sembrar las semillas, a trasplantar ya cuando sean arbolitos”. Esta actividad se puede realizar los días sábado.

Entre los proyectos de la asociación está la recuperación del vivero de la Facultad de Agronomía de LUZ, cuyo espacio estuvo desasistido durante los años de pandemia por Covid-19.

Para cumplir la misión, informó Rossell, la Universidad Rafael Belloso Chacín (URBE), con quien tienen una alianza, donó seis sacos de semillas que fueron sembrados luego de limpiar la zona.

Pero aún se requieren implementos como rastrillos, escobas, bolsas para sembrar las plantas cuando crezcan y fertilizantes, además de mangueras y una bomba de agua.

Asimismo, trabajan en la rehabilitación de una plaza ubicada detrás del centro comercial Doral Center, al norte de la ciudad, que bautizaron como Parque Espejo. “Gracias a la alianza que tenemos con el IMA, estamos recogiendo los escombros, haciendo un hoyo para que los vecinos lleven material orgánico y se pueda producir abono, y con las mismas hojas de las plantas que están allí, que estamos recuperando también”, enfatizó Rossell.

Entre otros planes está la arborización de la Ciudad Universitaria y la avenida 5 de Julio. “Muchas zonas de la ciudad están mal arborizadas, por lo que debemos hacer una acción bien expandida e involucrar a todos los actores de la sociedad”, llamó.

Planean sembrar también en las urbanizaciones La Estrella y La Maracaibo, en la parroquia Olegario Villalobos, en común acuerdo con el IMA y con Sedepar.

Además del vivero de Agronomía, los expertos de “Una arboleda para Maracaibo” ofrecen su asesoría para el semillero del Jardín Botánico y los dos que están en la Vereda del Lago.

Todo es posible gracias a las alianzas establecidas con los representantes de varias facultades de LUZ; con el Maczul; el experto en aguas, Lenín Herrera; personas desde España asesorando vía electrónica; con Fundaluz y Caproluz; el Jardín Botánico; y asociaciones de vecinos.

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